La geografía portuaria en la que se instala el museo es sitio de conexión entre el mar y la tierra, un lugar particular de intensas relaciones entre estos dos escenarios naturales cargado de la memoria histórica, de las huellas del trabajo. El espíritu del nuevo museo Guggenheim de Helsinki surge de este paisaje portuario en el que está inscrito, creando una serie de trayectos que constantemente tensionan las relaciones entre estos escenarios naturales, a la vez que los volúmenes del edificio, una serie de fragmentos que nos remiten simultáneamente a imágenes de la historia del puerto y a la visión futura de este, son posicionados en este lugar entre mar y tierra.

La edificación utilizara los recursos propios del lugar y la tradición cultural finlandesa, implementando madera y piedra en la construcción del museo, utilizando el material no como ornamento sino como recurso directo para enunciar un ejercicio de transformación del paisaje en favor de la generación de arquitectura, y que a la vez está vinculado a la historia de construcción de la nación, de procesos que involucraron también la transformación y aprovechamiento del paisaje finlandés.