El proyecto de la escuela el Brasil, diseñado para la Fundación Fraternidad se posa sobre la cima de una de las ondulaciones propias del paisaje local, teniendo así un amplio dominio frente al territorio en el que se encuentra emplazado. La intención del edificio es entonces resaltar ese paisaje dominante mediante la disposición de su inserción en el terreno y el reconocimiento de los aspectos topográficos de los cuales se apoya para generar su arquitectura.

El edificio está conformado por dos volúmenes que buscan marcar su horizontalidad para mimetizarse con el entorno, los cuales están articulados por un patio central que se abre completamente al horizonte montañoso del lugar. En el volumen que se encuentra en la parte superior del terreno están ubicadas todas las aulas y sus áreas de apoyo , convirtiéndose en el área mas privada del proyecto,
mientras que en el volumen de menor área se ubican la cocina y el comedor social totalmente abierto y relacionado con el lugar, propicio para las reuniones de los habitantes de la vereda El Brasil por su condición de aula abierta. La totalidad del proyecto está dominado por el recorrido para generar ese reconocimiento del paisaje, desde el ascenso que permite el acceso a la edificación hasta la circulación propia dentro del edificio.