La casa Luna Clara fue construida para un ingeniero agrónomo, su esposa y su hijo, en la afueras del municipio de La Ceja, en las montañas de la vía hacia la Unión, en Antioquia. El corazón de la casa, lo que ordena y articula los espacios de la residencia, no está construido, el corazón es el bosque nativo, sembrado durante 25 años por su dueño, junto con este un lago y una piedra que marca el acceso a la edificación; por eso la casa se construye en una sola planta, para que pase desapercibida en este ambiente natural, porque en este caso como en muchos otros la arquitectura no debe imponerse.

Los espacios se organizan a partir de la introducción del ambiente natural al interior, un gran salón permite las visuales cruzadas de la casa desde el bosque hasta el horizonte con el municipio de la ceja como telón de fondo. Las habitaciones se ocupan del ala oriental de la casa junto al estudio y resguardan el bosque de la fachada principal y el lago, a los cuales ofrecen las miradas de sus habitantes.

Siendo la naturaleza lo más importante en este entorno, la búsqueda por las visuales y la relación directa con esta fue el punto de partida para hacer una casa en una planta que no compite con el entorno natural y que en algún momento esperamos los arboles terminen por cubrirla.